Memphis Depay debutó este sábado como jugador del Barcelona, con gol, durante el amistoso que el equipo de Ronald Koeman disputó frente al Girona, el segundo partido de pretemporada y que a diferencia del estreno ante el Nàstic de Tarragona fue mucho menos cómodo contra un Girona al que venció por 3-1, anotando dos goles de penalti, el primero transformado por Gerard Pique y el segundo, que fue el definitivo 3-1, por el protagonista de la tarde.
El holandés ingresó en el campo en la recta final de la primera mitad, sustituyendo a Rey Manaj y siendo el primero de los cambios del equipo azulgrana, que estrenó su segunda equipación, mostrando de esta manera su entrenador el especial papel que le tiene reservado.
Para entonces ya vencía el Barça por 2-1 y desde entonces fue Depay el futbolista más determinante sobre el terreno de juego, mostrando una excelente imagen en cuanto a su calidad con el balón, su capacidad de dribling y el atrevimiento, sin complejos, en el disparo.
Un penalti transformado por Piqué a los 20 minutos y un remate de primeras de Manaj a los 24 dieron rápida ventaja al Barça antes del penalti que anotó Samu Saiz para recortar y llegarse al descanso con ese resultado, salvado por el travesaño en el último suspiro con un obús del mismo Saiz.
Para entonces ya había ingresado Depay en el campo pero fue en el segundo tiempo cuando comenzó a dejarse ver sin disimulo. Más aún en cuanto ingresaron Antoine Griezmann o Frenkie de Jong, a la hora de partido y con quienes mostró un especial entendimiento.
Su presentación, sin embargo, fue inmediata. Apenas llevaba un minuto en el césped cuando recibió un balón en la banda derecha y tras driblar con el exterior a Jairo y entrar en el área cerca de la línea de fondo soltó un disparo seco que el meta del Girona, Juan Carlos rechazó a duras penas.
Un penalti transformado por Piqué a los 20 minutos y un remate de primeras de Manaj a los 24 dieron rápida ventaja al Barça antes del penalti que anotó Samu Saiz para recortar y llegarse al descanso con ese resultado, salvado por el travesaño en el último suspiro con un obús del mismo Saiz.
Para entonces ya había ingresado Depay en el campo pero fue en el segundo tiempo cuando comenzó a dejarse ver sin disimulo. Más aún en cuanto ingresaron Antoine Griezmann o Frenkie de Jong, a la hora de partido y con quienes mostró un especial entendimiento.
Su presentación, sin embargo, fue inmediata. Apenas llevaba un minuto en el césped cuando recibió un balón en la banda derecha y tras driblar con el exterior a Jairo y entrar en el área cerca de la línea de fondo soltó un disparo seco que el meta del Girona, Juan Carlos rechazó a duras penas.
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