Hoy comenzamos el mes de diciembre. El último antes de entrar en 2022. A partir del 1 de enero, todos los futbolistas que finalicen su contrato en verano serán libres para negociar con cualquier otro club. Es el caso de Ousmane Dembelé, cuyo vínculo con el Barcelona expira el próximo 30 de junio.
El club azulgrana le ha hecho un ultimátum al francés. Tiene que decidir en las próximas dos semanas si renueva o no. En caso de no hacerlo, darán por hecho que a partir de la temporada que viene jugará en otro equipo. Un asunto que viene de largo ya en las oficinas del Camp Nou.
Lo cierto es que la prioridad del Barcelona es que Dembelé se quede muchos años más en el equipo. Xavi ya lo ha defendido públicamente y ha asegurado que a pesar de sus constantes lesiones confía plenamente en él, ya que considera que lo puede convertir en el mejor jugador del mundo en su posición.
Por las declaraciones del propio Ousmane, la sensación que transmite es que él también se quiere quedar. No en vano, el Barcelona hizo una apuesta tremenda por él cuando en verano de 2017 se lo llevó del Borussia Dortmund a cambio de 105 millones de euros. Tiene apenas 24 años y si las lesiones lo respetan, su futuro parece prometedor.
La mayor discrepancia llega con su agente. Moussa Sissoko podría estar ofreciéndolo a clubes de la Premier como el United o el Newcastle para sacar más tajada en la renovación y ver cómo así le aumentan la ficha. Otra posibilidad es que consiga llegar a un acuerdo con cualquiera de esos dos clubes para que se incorporara libre en verano. En dos semanas sabremos.
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